Hay muchos mitos y creencias populares que, sin que seamos conscientes, nos impiden ahorrar en nuestra factura. El boca a boca o las tradiciones han hecho que estos mitos se extiendan más rápido y, ahora, con las redes sociales, esta desinformación se extiende a la velocidad de la luz…
Todos, en un momento u otro hemos sido víctimas de afirmaciones que nos han hecho modificar nuestros hábitos de consumo de luz o nuestra forma de actuar en casa.
La única forma de acabar con los bulos es la información. A continuación, desmentimos los falsos mitos que no hacen más que encarecer nuestra factura de la luz sin que nos demos cuenta.
1. Lavar a mano ayuda a ahorrar en tu consumo eléctrico
La idea de que lavar los platos a mano reduce el consumo eléctrico está tan extendida como alejada de la realidad. Esta afirmación no es cierta, de hecho, utilizar el lavavajillas, sobre todo en el modo ECO, además de consumir menos electricidad, consume mucha menos agua. Es la opción más eficiente y la más sostenible para hacer un consumo responsable.
De media, lavando a mano podemos gastar aproximadamente 60 litros de agua, mientras que, a máquina, solo entre 10 y 15 litros. El consumo eléctrico es mucho menor también, ya que los lavavajillas modernos, son mucho más eficientes energéticamente.
2. Da igual la posición del grifo, el consumo es el mismo
Un gesto muy habitual cuando acabamos de usar el grifo es cerrar la llave en la misma posición en la que estaba en el momento del uso, pero es un error. Si lo último que hemos utilizado ha sido agua caliente, cuando volvamos a abrir el grifo, nuestro termo eléctrico automáticamente empezará a calentar agua y, por lo tanto, se traducirá en más consumo de luz.
Ya lo sabes, la próxima vez que necesites agua, acuérdate de dejar el grifo en la posición más fría. ¡Ahorrar la factura de la luz no puede ser más sencillo!
3. Dejar la luz encendida nos ayuda a ahorrar luz
Sí, hay muchas personas que piensan que si estamos encendiendo y apagando constantemente la luz consumimos más energía que si la dejamos encendida.
Pero la realidad es que un consumo continuado de luz incrementa la factura de la luz. Además, no solo se aplica a la luz de las habitaciones, sino también a la decorativa. Dejar neones o fluorescentes encendidos a todas horas, también consume. Según un estudio de CINEMAT y la Universidad Politécnica de Madrid, salvo que vayamos a volver a la habitación y encender la luz en 5 minutos, para reducir nuestro consumo y gasto, debemos apagar la luz.
Es importante también tener en cuenta que nuestro consumo está directamente relacionado con el tipo de bombillas que tenemos. ¿Cuál es la mejor opción? Sin duda, las bombillas LED son una opción sencilla y económica de ahorrar en nuestra factura de la luz. ¿Sabías que son hasta un 90% más eficientes que las bombillas comunes?
Se trata de un consumo completamente innecesario y que puede, además, afectar al rendimiento de nuestra instalación eléctrica. Encarece nuestra factura de la luz y no es sostenible.