Como ya sabemos el mercado de la energía ha vivido significativos cambios en los últimos meses. Tras las medidas del gobierno para reducir la factura de la luz y mitigar los efectos que han tenido las fluctuaciones de precios, son muchas las viviendas y negocios que siguen mostrando preocupación ante posibles novedades.
Despues de todos estos acontecimientos podemos afirmar que el conocimiento del mercado energético se ha incrementado, ya son muchos los consumidores que conocen las razones por las que se ha producido una fuerte subida de los precios en la luz y el aumento del precio del gas. Y si eres de los que aún no lo saben, te contamos cuales han sido estos factores: el aumento del precio del gas, el conflicto entre Rusia y Ucrania, además de los cambios regulatorios en materia de reducción de emisiones que están detrás de las últimas variaciones.
De todos los elementos que componen el mix eléctrico, es decir, el conjunto de tecnologías de generación eléctrica que se subastan cada día en el mercado mayorista, el gas es la que más se ha encarecido.
Pero ¿qué tiene que ver el gas con el aumento de la factura de la luz?
Para entender el término “Mix eléctrico” debes saber que la electricidad que se consume en España se compra en una subasta donde participan todas estas tecnologías: energías renovables, energía a partir del gas generada a través de los ciclos combinados, energía nuclear…
Y es aquí donde entra en juego el gas. La electricidad generada con esta materia prima es la más cara y, cuando es necesaria en el mercado porque el resto de tecnologías no llegan a cubrir la demanda, provoca un aumento en los precios, ya que el modelo de fijación del precio es un “modelo marginalista”. Esto quiere decir que el precio más caro es el que prima para la compra de toda la energía, sea cual sea su procedencia y el país de destino.
¿Qué ocurre con el tope al gas?
España y Portugal acordaron topar o limitar el precio al que comprarán el gas en este mercado de energía. Esta propuesta, conocida como “excepción ibérica”, ya está aprobada por la Comisión Europea.
Este acuerdo, tal y como se refleja en el RDL 10/2022 que fue aprobado en un Consejo de ministros extraordinario el viernes 13 de mayo, tendrá una validez limitada a 12 meses. Durante este año, se asegurará un precio máximo de gas que no cambiará independientemente del estado del mercado.